fbpx

Pasen y lean

A Javier Benavente Barrón (Zamora, 1957) hay que escucharle siempre, su bagaje vital y profesional es incuestionable. Además, no solo es un gran empresario, también es una gran persona. Su historia de emprendimiento y resiliencia merecía ser contada a lo grande: “¡Quédate conmigo! (20 claves para enamorar a tus clientes y que se queden contigo)” es un libro de desarrollo personal y liderazgo donde reflexiona sobre estos años como empresario de éxito. Además, ha participado en la serie (junto a otros grandes Helpers Speakers) “El Camino Interior” rodada íntegramente en el Camino de Santiago. 

No obstante, también nos enseña sus cicatrices: fracasos, traiciones, falta de liquidez…y aquellas secuelas que le dejó un terrible accidente del que, desafiando a la lógica médica, salió vivo tras meses en coma.

Introvertido y luchador, cuando conversa Javier mira a los ojos y habla con el corazón. Mide bien sus frases y prefiere escuchar pese a tener tanto que contar, quizás porque a buen emprendedor, pocas palabras bastan.

Bio de Javier Benavente Barrón

Su madre Paca, el padre, Maximiliano, ni está ni se le espera en esta historia. Con 17 años inaugura en su pueblo (Vega de Tera de apenas cuarenta y cinco habitantes) la discoteca “La Paloma”. Sin permisos, sin experiencia y, por supuesto, apenas salían los números: aguantó dos años. Ciertamente, fue una etapa divertida pero aprendió la primera lección: un cliente es aquel que te deja beneficios …si no pagan son amiguetes o fans, de esos no se vive.

Desde entonces ha llovido mucho y a cántaros. Sinsabores, triunfos, grandes decepciones.

Primeros grandes pasos de Javier Benavente Barrón

Como consecuencia del cierre de su discoteca, decidió que el pueblo se le quedaba pequeño y llegó a Madrid con veintiún años para comenzar su carrera. Poco después, y con tan solo veintiocho, monta su primera empresa.

Segunda lección vital:

A los pioneros los matan los indios: a los sitios hay que llegar en el momento justo, ni antes ni después. Si llegas tarde, trabajas en la mina de otro, y si llegas el primero quizá tu cabellera penda de la lanza de algún “guerrero del mercado”. Pero si llegas en el momento preciso serás el dueño de la mina de oro. Tras el primer fracaso empresarial, fundó su primera gran empresa: Alta Gestión origen de Human Group, pionera en los servicios de trabajo temporal y outsourcing en España.

Aprendiendo a emprender 

Sin experiencia previa, ni contactos profesionales y con un préstamo de 4.200 €, en tan solo unos años, Alta Gestión se convirtió en el grupo español más importante dedicado a los Recursos Humanos y a la Gestión de Procesos Intensivos en Personal. La consultora llegó a tener más de 25.000 empleados y su facturación superaba los 300 millones de euros. Dio el estirón definitivo al salir a Bolsa en 2001.

La lección estaba clara: se trata de que la competencia nos siga, no de seguirla nosotros. Encontrar esos “océanos azules” y escapar de los “océanos rojos” infestados de tiburones fue la clave.

Luego llegaron muchos proyectos más como Alares, Fundación para la Diversidad… empresas con alma donde se pone el foco en las personas y se crea una relación de confianza “Marca-Cliente” y “Marca-Empleador” difícil de romper. Entre sus clientes se encuentran las principales empresas del IBEX35 y más de 7 millones de clientes particulares.

Un maldito stop en el camino

El 3 de Junio de 1997 el coche en el que viajaba –y su vida- dieron varias vueltas de campana. El coche patinó en los túneles del Pardo de la M40 y perdió el mundo de vista. Regresaba del aeropuerto, había estado en Jerez de la Frontera visitando a un cliente, de noche, cansado, llovía.

Si tú no paras al final la vida te pondrá un stop en forma de enfermedad o accidente.

Ciertamente, la buena noticia es que vivió, la mala, todo lo demás. Más de dos meses inmóvil en la UVI Su cuerpo ya no recordaba cómo se comportaba antes. Solo movía los ojos, no podía hablar por la traqueotomía, Se le olvidó cómo vivir. Fueron unos meses durísimos donde la confusión se apoderó de él, realidad y ficción se enredaban en su cabeza: pensaba que su mujer se había vuelto a casar, sus hijos habían muerto atropellados al salir del hospital tras visitarle, él había estado en su funeral. El dolor sí era real.

La vida pone a prueba la resiliencia de Javier Benavente Barrón

Tras accidente, la empresa presenta malos resultados, continúa meses sin gobierno y se relajan los colaboradores. Un año después del accidente, Javier se incorpora pero ya hay un nuevo director general, puesto por el socio financiero (el fondo de capital riesgo), para los que Javier pasa a ser un estorbo. Les entró les prisas por vender (malvender), a Javier le dan la noticia  cuando ya estaba casi cerrada la venta con cero beneficios para él.

Ellos vendían a precio de saldo pero asegurándose la rentabilidad, pero Javier no cobraba nada, perdía su empresa y salía con una mano delante y otra detrás. Pensó en comprarla él: “ellos cogerán tu dinero y tú te quedarás endeudadísimo” fue el consejo de su mujer.

Con tan solo un fin de semana de margen, ya que aquel lunes se firmaba la operación de venta, Javier buscó otro comprador que sí pagara lo que valía la compañía, el CEO de la multinacional que era su mayor competencia. Una vez más, revirtió la situación.

El gran riesgo del Capital Riesgo

Javier comprendió tarde el peligro del capital riesgo: ni aportaron el dinero, ni mostraron empatía y su propia empresa fue el aval para que los bancos inyectaran el dinero. Tampoco aportaron un solo cliente. No les importaba el futuro de la empresa ni él como persona, recuperar el dinero y salir de allí cuanto antes fue su reacción cuando el trágico accidente de Javier quebró las cuentas y la trayectoria de la compañía.

También fue consciente de la letra pequeña, una maldita cláusula -como un accidente que te incapacite- dejaba la compañía en manos del fondo. Tres meses después de firmar llegó el accidente. 

Cuando busques capital, procura que sea humano. No cometas el error de asociarte con alguien que no comparte tus valores y su único objetivo es lucrarse. Si no, establece una relación que te permita siempre controlar tu negocio.

La genialidad de Javier Benavente Barrón

Casi nadie contaba con que fuera a sobrevivir, sus huesos soldaron mal, no se preocuparon, iba a morir. Se los tuvieron que volver a fracturar para colocarlos y que soldaran bien. Le quedó una débil cojera de por vida y grandes enseñanzas. Vivió en primera persona la necesidad de asistencia, la dependencia. Veía incomprensible en la llamada sociedad del bienestar las carencias que había.

Después de dos meses en coma, más de un año en rehabilitación y un objetivo en el horizonte: ayudar a las personas que necesitan algún tipo de asistencia. Nacía Alares.

Ciertamente, es capaz de ver lo que los demás no han visto, pensar en lo que nadie más ha reparado y de hacer lo que nadie antes ha hecho. Con un sexto sentido -y un séptimo- para cuando hace falta, es capaz de descubrir océanos azules en los que nadar. Es uno de esos soñadores que se atreven a hacer las cosas antes que nadie, siempre con dignidad e integridad, y cumpliendo con su deber no solo con la empresa sino con la sociedad.

Sobre todo, lleva años defendiendo que las empresas deben ser responsables y sostenibles. Ganar dinero pero repercutiendo positivamente en la sociedad. No se trata de un brindis al sol o acciones cosméticas y propagandísticas de “mira que enrollados somos” Javier es un empresario íntegro que rezuma valores y los clientes notan cuando hay honestidad, alma y pasión detrás.

Trayectoria de Javier Benavente Barrón

-Fundador y presidente del grupo ALARES y ALARES SOCIAL- Presidente de honor de la Fundación para a Diversidad (Charter Europeo de la Diversidad) código de compromiso de carácter voluntario que firmar las empresas. Igualdad y respeto – Presidente de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE SERVICIOS A LA PERSONA (AESP)- Emprendedor (Alares, Alares Social CEE, Fundación Alares, Fundación para la Diversidad, ActionCare, DiscaEmpleo, HumanGroup, Alta Gestión, Eurocen, EurovendEX, ExtelCRM…)

ODS y conciencia social de Javier Benavente Barrón

Las empresas y los gobiernos deberían pensar que hay mucho que hacer. Si cambiamos la calidad de vida de las personas, cambiaremos la calidad de las empresas, y al revés. Ha lanzado un proyecto que se llama «Ilumina una vida» a través de voluntariado para combatir la soledad de las personas mayores dentro de los hogares.

“Queremos que se realice con personas jóvenes y que sean afines a las personas mayores, creemos que así pueden aprender mutuamente los unos de los otros. El aumento de la esperanza de vida está provocando y provocará un aumento significativo de la tasa de dependencia, de personas que no pueden valerse por sí mismas en el día a día, que hace necesaria la puesta en marcha de un verdadero plan de servicios adaptado a las necesidades particulares de cada persona. Debemos trabajar más en mantener a la gente de la tercera edad en sus casas que en crear grandes redes de entornos residenciales” 

Hay que quitarse los miedos y tener el atrevimiento de ir a por ello. «Siempre se puede cambiar, pero hay que atreverse».

Decepciones y contratiempos

Decepciones y contratiempos: un inversor con interés en comprar y pocos escrúpulos, pensó que le salía más a cuenta hacerse con el equipo. Robó un equipo directivo al completo. Lealtad cero. A golpe de talonario se lleva al director general, al de marketing, relaciones laborales, Informática…Al año, cuando la empresa cogió inercia los echaron a todos: no eran de fiar. Los fracasos son una oportunidad para renovarse y cambiar. Él aprovechó este revés para formar un nuevo equipo y logró dar un salto cualitativo.

Traiciones

Otro sinsabor en Inditex, con su delegado en Galicia. Alta Gestión llevaba la logística de gigante textil. Su delegado le comunica que se iba de la empresa, se iba a establecer por su cuenta. ¿Cuándo os vais? Ya, hoy mismo. Habían alquilado una oficina justo al lado. Le trató de robar el negocio, el equipo y el contrato alegando que eran ellos quienes lo gestionaban, y lo la central en Madrid. Sólo le fue fiel Olga, la recepcionista. La llamó para agradecérselo:“no tienes por qué dármelas, esto que están haciendo no me parece honesto” Inditex ya contrato firmado, vigente en 30 días: era su margen de maniobra para revertir la situación.

Ellos ya habían desaparecido y se llevó hasta el ordenador con todos los datos y las fichas de os 1000 trabajadores que tenían prestando servicio. Inditex no podía arriesgarse a fallos en la logística, quería continuidad pero acordaron que si Javier demostraba  en estos 30 días que podía hacerlo, continuaban con él. Denuncia Guardia Civil recuperar información, Olga nuevas fichas, equipo de emergencia desplazado de Madrid a Galicia. Lo lograron.

El Camino Interior 

Recientemente ha participado solidariamente en la serie El Camino Interior, grabada íntegramente en el Camino de Santiago y que cuenta con Helpers de excepción, referentes del desarrollo personal y la superación: Mario Alonso Puig, Alejandra Vallejo Nágera, Edurne Pasaban, Pedro García Aguado, David Meca, Quico Taronjí…

Conclusiones sobre Javier Benavente Barrón

Antes que empresario, profesional o empleado eres ciudadano. Antes que ciudadano eres persona, actúa como una buena persona si quieres ser un buen profesional o empresario.

Incuso las mejores ideas caducan. Siempre hay que estar innovando, actualizándose para no acabar comido por el mercado. 

Es mucho mejor sembrar que ir de caza.

Contacto y contrataciones:

***Puedes contratar a Javier Benavente Barrón para tus eventos de empresa sobre Fidelización Emocional de Clientes y Empleados, RSC, Integración, Diversidad, Inclusión, Solidaridad, Emprendimiento e Intraemprendimiento, Silver Economy, Reinvención…

Contacta con nosotros en sanchez.arman@helpersconsulting.com 

Artículo escrito por:

Raquel Sánchez Armán

Cofundadora de Helpers Speakers.