Bio Alejandra Vallejo-Nágera
(Madrid, 1958) es mucho más que psicóloga, conferenciante, divulgadora científica, docente, investigadora, madre, ¡ah! y abuela de cinco nietos.… es una autora de éxito (con 34 libros en el mercado) y reconocida articulista de prensa, especialista en psicología aplicada al mundo de la comunicación, gestión de la ansiedad y estrés.
Profundamente culta y tranquila, cuando estás con ella sientes que eres la única persona que le importa, capaz de escuchar hasta lo que no le cuentas. Su energía te acaricia y sus palabras te abrazan.
Su carácter es un cóctel perfecto entre la observación y tranquilidad oriental aportada por la madre (de origen filipino) y la profesión paterna, que dio como resultado una curiosidad extrema por el comportamiento humano.
Nace una vocación: inicios de Alejandra Vallejo-Nágera
Alejandra viene de una estirpe de psiquiatras. Su abuelo y su padre (Antonio y Juan Antonio Vallejo Nágera respectivamente) fueron reputados psiquiatras.
Su padre pasaba consulta en casa y ella no tenía muy claro qué tipo de médico era, porque ni llevaba la bata blanca ni era él quien atendía a ella y a sus hermanos cuando se ponían malos, sino su madre. Él se lo explicó tan bien que la fascinación no tardó en surgir: «soy médico de ideas raras» y a partir de entonces, Ale se volcó en curar las ideas raras de sus compañeros de pupitre. Ahí encontró el que era, es y será su propósito de vida: ayudar a aliviar el sufrimiento humano.
Una tragedia familiar consolidó más aun el interés por la mente: la de convivir durante más de 30 años con la enfermedad degenerativa de su madre, Alzheimer. Fue muy duro a los quince años tener una madre que ya no te llama, ya no te mira…está allí sin estar.
Psicología en lugar en psiquiatría: una decisión difícil
Y cuando todo indicaba que Alejandra iba a continuar con la saga familiar, viró y optó por cursar Psicología, en una época con no pocas suspicacias hacia la práctica de la psiquiatría (recelos más politizados que científicos) Ella encontró en la Psicología una manera de ayudar a los demás.
Hoy en día, Alejandra vallejo Nágera es una de las psicólogas más reputadas del panorama nacional, escritora bestseller y una solicitada conferenciante (puedes contratar a Alejandra Vallejo Nágera a través de nuestra web: www.helpersspeakers.com)
Trayectoria profesional de Alejandra Vallejo-Nágera
Profesora en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, en la Escuela de Negocios y Márketing ESIC y en el departamento de Psicología y Psiquiatría de la Facultad de Medicina Universidad Autónoma de Madrid, Alejandra Vallejo-Nagera posee una clara vocación didáctica y un profundo entendimiento de las inquietudes y sentimientos de la mente humana.
Ha trabajado en Inglaterra, Luxemburgo, Brasil y España como directora del departamento de Comunicación de diferentes empresas multinacionales y ha sido profesora de psicología publicitaria en la Universidad Complutense de Madrid. Desde 2006 representa a España en el Parlamento Cultural Europeo.
Un stop en el camino. Tiempo de reflexión.
Ya de adulta, con una refulgente vida pública, Alejandra se encontraba perdida de sí misma, y cuando uno no conecta con quién es realmente, el cuerpo va dando algunos avisos. ¿Quién eres? Y empiezas a contar qué haces, en qué trabajas. Alejandra tenía prestigio, trabajo pero no sabia quién era. A menudo no sabemos quién está con nosotros que somos nosotros mismos. Un cáncer de ovarios fue la señal que le mando su cuerpo para que parase. Aprendió que cuando uno pierde la salud pierde todo.
Estando en la habitación del hospital, recién operada, enfadada con el mundo y llena de dolor, Alejandra escuchó las risas de una de las enfermeras. Su comportamiento le resultó de lo más inapropiado…y tenerla en la habitación, minutos después, le resultó irritante. Aquella mujer cambió el gesto al verla: “usted no se ha tocado la cicatriz aún, ¿verdad?” y cogiendo la mano de Alejandra, la obligó a comunicarse con su cuerpo y despedirse de las partes que ya no estaban. Fue su primer contacto con el mindfulness, gracias a él volvió a reconectar consigo misma y a darle importancia a lo realmente importante.
Descubriendo el mindfulness (el de verdad)
Mindfulness no es ponerse unas chanclas, una túnica, abrazar árboles y sentir la fuerza telúrica de la tierra. Desde el conocimiento interior, lo que le permite vivir y contagiar un equilibrio sobresaliente entre corazón y mente. Se trata de sustituir las respuestas automáticas por otras más conscientes. Dista de ser una práctica religiosa, tampoco es un “método” ni es igual a meditación ni a yoga (aunque se utilizan como herramientas). Su origen tiene lugar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, que es donde posteriormente Alejandra se formó.
La meta se alcanza mediante un entrenamiento con el que se amplía la clarividencia, la serenidad, la percepción, el buen ánimo y la serenidad y la salud física generalizada. Alcanzamos el “estado Minduflness” cuando conseguimos observar única y exclusivamente lo que sucede en el momento presente poniendo en ello los cinco sentidos, con curiosidad, sin juzgar, sin prisa, con el asombro propio del principiante.
Respira hondo y…fuera estrés. Por Alejandra Vallejo-Nágera
Alejandra es especialista en la gestión del estrés. Todos los profesionales son conscientes de ello, pero pocos ponen remedio. El bombardeo de estímulos a través de multitud de canales, las interrupciones constantes y la presión por hacer más con menos fomenta la dispersión, reduce la productividad, acelera nuestro ritmo y nos aparta de las cosas que realmente importan. Centrarse en una tarea parece ser el secreto para avanzar en nuestro trabajo, reducir los niveles de estrés y vivir mejor. De eso va el mindfulness (atención plena), una técnica que bien aplicada puede ser el elixir para trabajar y vivir mejor.
Tiene como fin la reducción de la ansiedad y el estrés propios de las exigencias de la vida activa moderna. Esto es importante porque hoy sabemos que un porcentaje muy elevado de enfermedades tiene su origen en el estrés y era urgente encontrar una vía no farmacológica que ayudase a las personas a enfermar menos y a vivir de una forma más respetuosa con su salud física, emocional y mental.
Base del pensamiento de Alejandra Vallejo-Nágera
Debemos entender que la vida es mucho más sencilla de lo que creemos. Que la sencillez, la naturalidad, el aceptar tu propia vulnerabilidad es esencial. Y sobre todo, algo que Alejandra valora es el haber aprendido a pedir ayuda. Hubo una época en la que sentía que no debía molestar a los demás y debía valerse por mí misma.
Alejandra señala al desamor como el principal problema de hoy, y todas las heridas adyacentes: el rechazo, la humillación, el abandono, la traición…Necesitamos amar y que nos amen.
Alejandra Vallejo-Nágera: una vida consagrada a ayudar a los demás
Su padre era amigo de Elisabeth Kübler-Ross, e iba a su casa con frecuencia. A ella le fascinaba aquella mujer. Alejandra entonces era muy joven, y la muerte le aterraba, pero cuando ella se acercaba a un moribundo paliativo transmitía una paz, un sosiego, una fuerza… Fue el ejemplo a seguir. Elisabeth se centró en la muerte de los niños, algo inexplicable y profundamente doloroso para cualquiera que sea testigo de ello. De hecho, las enfermeras y médicos que están próximos a la muerte de un niño sufren mucho también. Alejandra no se sintió capaz y se especializó en acompañar a los moribundos que no tienen familia. En cualquier caso, la muerte ni es glamurosa, ni excitante. Es dolorosa.
En su acompañamiento a moribundos, ha escuchado demasiadas veces aquello de “por qué no habré vivido la vida que me hubiese gustado y no lo que proyectaron otros para mí”. Hasta que tuvo el cáncer vivía la vida que otros esperaban. Cuando empezó a centrarme en ella misma, por propia supervivencia, aprendió a estar en paz. Hoy vive la vida que quiere vivir.
Reflexiones de Alejandra Vallejo-Nágera
En todo este tiempo, Alejandra ha aprendido que la felicidad no es algo permanente. No somos felices, estamos felices. Es un error pensar que la felicidad es algo estable y que la vida debe proveerla. Es una conquista. Cree firmemente que la felicidad no es cuestión de suerte, es una actitud
La vergüenza a admitir los problemas mentales
Alejandra lo tiene claro, solemos pensar «yo puedo con todo» «prefiero no airear mis problemas» o «me niego a contarle mis problemas a un extraño» La mayor parte de las veces se oculta que se está yendo a terapia y el enfermo se estigmatiza. Hay que pedir ayuda, más hoy en día que la fatiga pandémica ha causado y está ocasionando tantos problemas.
Estrés, la enfermedad de la prisa por Alejandra Vallejo-Nágera
El pánico a la pausa, como si cuando paramos nos morimos un poco, es cuando se siente el zarpazo de la soledad y eso es insoportable. Corremos, corremos, corremos… Nos autoimponemos un ritmo vertiginoso…Al llegar el fin de semana, continuamos trabajando sin desconectar o nos embarcamos en mil planes vertiginosos en una suerte de horror vacui en nuestras agendas.
Y la vida es eso que pasa mientras vamos corriendo…
Las rutinas de bienestar de Alejandra Vallejo-Nágera
Alejandra tiene una serie de rutinas que le aportan no solo bienestar sino seguridad. Se alimenta tres veces al día (procura que sea a la misma hora), duerme entre 7-8 horas (siempre se acuesta antes de las 24h.) para garantizar que el sistema glinfático cerebral «limpie» y actúe eficazmente. Hace ejercicio al aire libre, practica Chi Kung desde hace muchos años y marcha nórdica, y lo primero que hace al levantar es ¡sonreírse al espejo!.
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