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Teresa Perales deportista paralímpica

Teresa Perales (Zaragoza, 1975) ya no sueña que anda, para qué, ella es una sirena. Una enfermedad la condenó de por vida a una silla de ruedas, pero no se conformó ni se resignó nunca. Su biografía roza lo imposible y está llena de momentos memorables. Tantos como los casi cien metales que atesora entre Mundiales y Juegos Paralímpicos.

De inspirar lástima (“ay, con lo joven y guapa que eres”) pasó a despertar admiración por su coraje, determinación y valentía que se han materializado en 27 medallas paralímpicas (a punto de alcanzar a Michael Phelps con sus 28 medallas) y una sonrisa que brilla más que esos metales. Durante las dos últimas décadas ha sido una de las mayores impulsoras de la apertura a la sociedad del deporte paralímpico. Esta es su historia.  

Lo inesperado es lo que te cambia la vida

Desde que era pequeñita, Teresa soñaba con ser médica y trabajar en África ayudando a quienes más lo necesitaban. También le gustaba el kárate. Cuando terminó sus estudios en el colegio, quería empezar Medicina, con la intención de irse de misionera al terminar la carrera (su vocación altruista y solidaria sigue siendo uno de los rasgos más fuertes de su personalidad) Pero la vida empezó a ponerle grandes barreras en su camino. Con quince años perdió a su padre (a quien estaba muy unida) a causa de la leucemia.

Ante la pregunta “¿cuándo vas a empezar a hacerlo?, que la respuesta sea AHORA”

En 1994, con diecinueve años -cuando iba a entrar en la universidad- un diagnostico que corta como un cuchillo: neuropatía, enfermedad del sistema nervioso que se fue agravando sin remisión. Le fue afectando a la movilidad, desde la cintura hasta los pies.

Asumiendo el “para siempre”

En mayo de 1995 perdió la capacidad para caminar.

 “Tenía un novio cuando enfermé. Él se acabó avergonzando de salir a la calle conmigo porque andaba raro y me caía. Le incomodaba y un día lo mandé a freír espárragos”

Una enfermedad de este tipo en plena juventud, le afectó profundamente. Tenía miedo de salir a la calle y a reencontrarse con conocidos, su condescendencia y miradas de lástima le superaban. Tampoco tenía fácil salir, el edificio donde residía no estaba habilitado y los vecinos votaron en contra a poner una rampa (así somos) , y ella debía salir por el garaje. 

“Tienes derecho a estar enrabietada y enfadada con el mundo. Pero no te puedes quedar ahí, sigues vivo”.

Primeras brazadas

Teresa recibió el apoyo incondicional de toda su familia, eso la ayudó a superar esos primeros meses de angustia. Después de un tiempo de adaptación y de asumir la nueva situación, Teresa volvió a recuperar su vida. Un buen día, en Salou, se tiró a la piscina con un chaleco salvavidas, su hermano a un lado y su tío al otro. El agua fue como un cortafuegos emocional. Allí se sentía libre. 

Yo no creo en el destino como tal, en el hecho de que estemos destinados a algo concreto, pero sí creo que algunas cosas pasan por algo, y que si las agarramos, si ‘picamos el anzuelo’, al final seguimos ese camino.

Aunque al principio nadaba como un perrito y sus movimientos eran muy rudos y descoordinados, pronto comenzaron a encajar…y aquello no se le daba nada mal. En menos de un año desde aquel traumático mayo de 1995,  empezó a competir en natación.

Teresa Perales deportista paralimpica
Teresa perales deportista paralimpica

“Llevo la silla de ruedas pegada al culo pero no a la cabeza”

Como buena aragonesa, posee una mente activa y una voluntad de hierro. Vamos, que es muy cabezona… Pues bien,  tomó la firme determinación de orientar su vida a la natación. 

Está claro que para triunfar en algo hay que tener más ganas que miedo y Teresa iba sobrada de ilusión. Tuvo que superar las dificultades enormes que tenía para ponerse y quitarse el bañador, pero afrontaba los desafíos con energía, siempre positiva y mostrando su radiante sonrisa. 

Además, era asmática desde muy pequeñita, consiguió controlarlo gracias al entrenamiento y lleva mucho tiempo sin tener que medicarse. 

Primera cita olímpica

Pronto empezó a participar en competiciones importantes, perdón, pronto empezó a ganar competiciones importantes. Primero fue a campeonatos de España y del mundo y, más tarde, llegó hasta los Juegos Paralímpicos de Sidney donde ganó cuatro medallas, pero como ninguna fue de oro, Teresa se puso un nuevo reto: “en los siguientes lograré la medalla de oro”  En la siguiente cita, Atenas, no ganó una medalla de oro: ¡ganó dos! 

Teresa siguió compitiendo -contra los demás y contra sí misma-, superando retos y sumando medallas a su palmarés hasta convertirse en la deportista española con más medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos. 

“El éxito no es ganar la medalla de oro, la de plata o la de bronce. El éxito es haber tenido las narices de intentarlo”

Sus Juegos más especiales fueron los de Londres, donde fue la abanderada del equipo español y llegó a las 22 medallas olímpicas.

Una boda de cuento

En el día de la boda con el periodista deportivo Mariano Menor (8 de enero de 2005 en su ciudad natal) la nadadora Teresa Perales quiso dejar de ser sirena para ser princesa por un día. La determinación y el esfuerzo que ha demostrado siempre en su carrera deportiva las enfocó en darle una gran sorpresa a su novio, y para lucir la cola del vestido de novia, se las arregló para entrar caminando (gracias a un exoesqueleto) del brazo de su hermano, hasta el altar mayor de la Basílica del Pilar. Dejó uno de esos momentos mágicos.

Cuatro años más tarde, en 2010, llegó el mejor oro de su vida: su hijo Mariano.​

Premio Princesa de Asturias

Después de haber sido propuesta en alguna ocasión, el reconocimiento le llegó por sorpresa. Estas fueron sus primeras declaraciones:

«Por encima de todo, me lo dan a mí por personificarlo en alguien, pero lo recibo con todo el amor del mundo compartido con todo el deporte paralímpico y los deportistas con discapacidad, pero también con las mamás, las mamás deportistas y las deportistas femeninas, que nos cuesta encontrar un ‘huequecito’ en los medios y esto da un empujón muy importante. Sólo siete mujeres han ganado este premio en toda la historia y nunca antes nadie con una discapacidad. Han creído que cumplía con los valores del premio y lo agradezco, pero son valores compartidos con mucha, mucha gente», aseguró. 

Juegos Olímpicos de Tokio 2021

Teresa Perales compitió en cuatro pruebas en los Juegos Paralímpicos de Tokio, en los que logró una medalla en 50 metros espalda y tres diplomas. La nadadora zaragozana logró el metal a pesar de haberse lesionado en el hombro izquierdo el pasado mes de mayo durante el Europeo disputado en Funchal (Portugal) por un espasmo muscular, lo que dificultó su preparación para la ansiada cita japonesa.

La plata lograda en estas condiciones agranda aún más su leyenda. Y sí, se ha quedado a las puertas de alcanzar el record de Michael Phelps (28 medallas) pero para nosotros, eso es anecdótico. Es más, si lo ponemos en perspectiva, seguro que la nadadora no cuenta, ni mucho menos, con los apoyos del estadounidense. 

La presión por los resultados pone a prueba la estabilidad

Lamentablemente, Teresa está en observación en un hospital de Tokio y hoy Teresa no regresará a España con el resto de la delegación. Se quedará ingresada tras presentar un cuadro de ansiedad agudo.

Estas Olimpiadas pandémicas no han sido fáciles para nadie, la crisis sanitaria, la incertidumbre, los aplazamientos, la imposibilidad de entrenar con normalidad… La autoexigencia y la presión extrema han hecho que deportista de la talla como Simone Biles -el caso más mediático- o nuestra Teresa se rompieran. 

“Esta medalla es la que más me ha costado de toda mi carrera y va a ser la más especial por todo lo que demuestra, que cuando tienes muchas ganas se puede”, reconocía al salir de la piscina.

Epílogo 

Trabajo, perseverancia, talento, suerte y muchos premios. Así podría resumirse la carrera de la atleta más laureada de España. Ella, más que nadie, sabe la enorme fuerza transformadora que se esconde tras la frase «querer es poder». Si tuviésemos que definirla con una sola frase sería la de “la mujer que nunca se rinde”.

Sus logros son fruto de “mucho esfuerzo, muchos años de sacrificio, de no rendirte y de intentar mantener la motivación siempre a tope, porque parece que en llegar también influye un poquito la suerte. Pero mantenerse en el tiempo es cuestión de mucha fuerza de voluntad” 

Desde Helpers Sperakers le deseamos a Teresa Perales una rápida recuperación. 

Gracias por ser real. 

Escrito por Raquel S. Armán

Cofundadora de Helpers Speakers

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Bibliografía y artículos de la nadadora paralímpica Teresa Perales 

  • Teresa Perales (2007). Mi vida sobre ruedas: La lucha de una mujer, campeona paralímpica, de natación y política, para afrontar con optimismo su discapacidad. Esfera de los libros, 2007. 
  • Javier Lafuente (2008). Gran Enciclopedia de los deportistas aragoneses. Diario Equipo.
  • Teresa Perales (2014). La fuerza de un sueño. Conecta, 2014.